Junior de Barranquilla rescató un 0-0 en su visita ante el América de Cali, en un partido duro y fríamente calculado en cada segundo por parte de los rojiblancos, en el Pascual Guerrero, pese a perder a dos jugadores importantes por lesión, como Teófilo Gutiérrez y Luis ‘Cariaco’ González. 

Luis Amaranto Perea planteó un partido con sus mejores fichas. Aunque el desgaste del ritmo de partidos seguidos ya es bastante, en las fases definitivas tienen que jugar los jugadores más determinantes. Por eso saltó a la cancha con los jugadores que consideró los más determinantes. 

Pese a algunas escaramuzas de los locales, el plan de juego avanzaba bien. Sin embargo, pronto la acumulación de partidos comenzó a hacerse notar entre los jugadores barranquilleros. 

A los 10 minutos Teófilo Gutiérrez, alma y nervio del equipo, quedó tendido en la gramilla, tocándose la parte posterior de la pierna derecha y quejándose del dolor. Tres minutos más adelante debió salir de la cancha para darle lugar a Sherman Cárdenas. 

Al poco, tras un poco de desorden en la mitad de cancha, América tuvo su gran opción de gol. A los 17 minutos Santigo Moreno llegó desde atrás para cabecear un centro que hizo moverse ágilmente a Sebastián Viera para preservar el 0-0 en el marcador. 

De ahí en adelante Junior se pudo asentar un poco más y casi que clausuró su pórtico. No hubo mayores noticias de peligro y novedades en el partido hasta el minuto 35 cuando Luis ‘Cariaco’ González tuvo que retirarse del terreno por una lesión en el pie, dejando su espacio a Edwuin Cetré. 

La mala fortuna volvió a tocar la puerta en los momentos menos oportunos. Aún así, Perea organizó como pudo a los suyos para los minutos finales y logró sostener el empate en el marcador para irse al descanso para serenar a los suyos y dar el timonazo del caso. 

Eso sí, los rojiblancos tuvieron un embate al final de la primera mitad, en un cobro de pelota quieta que el defensor Danny Rosero alcanzó a conectar de cabeza, pero sin la suficiente puntería para meterla en las redes, a los 44 minutos. 

Dentro del camerino, Perea dio las órdenes y solo quedaba esperar y que la fortuna estuviera a su favor para no tener más bajas antes del pitazo final. A saltar a la cancha y buscar lo mejor. 

La segunda mitad arrancó con algunas llegadas de un combativo Miguel Ángel Borja. Sin embargo no hubo mucha contundencia ni claridad en dichas llegadas. Pero eso, quizás, no era lo más importante teniendo en cuenta que el faro ofensivo del equipo se fue lesionado a los 10 minutos.

El control de Junior fue maravilloso. Redujo a su mínima expresión y del desespero Duvan Vergara vio su quinta tarjeta amarilla del torneo, que lo sacó automáticamente del próximo duelo de semifinales, luego de una dura entrada sobre el juvenil y aplicado Fabián Ángel. Sin embargo, por esa misma vía, tampoco podrá contar con Dany Rosero. 

Solo unos minutos de tensión, con un equipo lleno de obreros que pelearon un resultado hasta el final, puso un ambiente de drama en el partido que al final resultó ser favorable a los rojiblancos. 

Junior no cesa en su odisea y ahora se prepara para los cuartos de final de ida a mitad de semana contra Coquimbo Unido de Chile. Luego de eso, se buscará el paso definitivo a la final colombiana. Pero para este momento, es un paso a la vez.